domingo, 25 de octubre de 2009

Isabella Andreini

Isabella Andreini, de la compañía de los “Gelosi”, fue una actriz tan importante como Martinelli. Ruzante, o el propio Capitano Spaventa: Francesco Andreini. Me atrevería a afirmar que fue una de las más importantes actrices de la historia del teatro, cuando menos del renacentista, tanto, que logró que el personaje adoptara su propio nombre (Isabella, personaje de la Commedia dell’Arte, fue nombrado así por Isabella Andeini), y eso no es poca cosa.

No hay duda de que en importancia le compite, e incluso diría que aventaja, a su marido Francesco. Y nos da una buena idea de cuan importantes podían llegar a ser las mujeres en las compañías de Commedia. Revalorando el papel que las mujeres jugaron en el teatro renacentista en toda su dimensión. Muy contrastante con la situación que vivieron las actrices en Inglaterra durante el renacimiento, prácticamente prohibidas. Y en España también hubo intentos de prohibirlas en 1586 y 1599, pero no prosperaron (gracias a que las actrices aceptaron ciertas condiciones ominosas: ser casadas y actuar únicamente dentro de compañías donde también actuasen sus maridos).




Nacida en Padua en 1562. En 1578, a sus dieciséis años de casó con Francesco Cerrachi, pasaron a formar parte de la compañía de Flaminio Scala, Los “Gelosi”, y cambiaron sus nombres a Andreini. En una primera etapa la compañía se presentaba por todo el norte italiano con relativo éxito, pero se notaba que los intereses de Isabella iban más allá de la actuación y ya se apreciaba la vena literaria que iba a desarrollar posteriormente.

Hacia 1588 escribe “Mirtilla”, una fábula pastoral y hacia 1601 se publica su libro de Rimas, donde se nota que su calidad poética no desmerece su calidad como actriz. En 1589 actúa su famosa pieza “Locura de Isabella” en la corte Florentina. De hecho actúa muchas veces ante Enrique IV rey de Francia y su esposa María de Medici.

Su vida entre Francia e Italia fue interrumpida cuando en 1604, en Lyon, de camino a Italia, muere por complicaciones en su octavo embarazo. Su funeral fue muy grande, se acuñó una moneda en su honor y a partir de ese momento el personaje de la enamorada principal en las compañías de Commedia, comenzó a ser llamado Isabella.








Una vida ejemplar sin duda, que trascurrió entre la literatura y la actuación. Para ser justos, la vida de Isabella Andreini es la perfecta metáfora del desarrollo de la Commedia. Tal y como Isabella, el desarrollo de la Commedia transcurre entre los intereses literarios del teatro culto y el desarrollo de la pura performance del teatro popular; trascurre entre Italia y Francia. Entre la Piazza y la corte. La mezcla de todo ello es la Commedia dell’Arte.

2 comentarios:

Anónimo dijo...
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Huemacnuel dijo...
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