jueves, 20 de agosto de 2009

El otoño de la Edad Media



“El otoño de la Edad Media” de Johan Huizinga es un libro de mayúscula importancia. Ya había establecido (en la entrada sobre “La Cultura del Renacimiento en Italia”) que para entender un fenómeno artístico, hay que conocer el contexto histórico-social en el cual se desarrolló.

Pues bien, este libro es una gran ayuda para entender el ambiente general de la época de transición entre la Edad media y el Renacimiento (época dónde los primeros fenómenos de la Commedia comenzaron a surgir). El libro de Huizinga retrata muy bien la decadencia de la sociedad medieval occidental a finales del siglo XIV e inicio del XV, y nos plantea un hecho interesante: la separación entre la Edad Media y el Renacimiento es una imposición artificial ya que el tiempo transcurre en un continuo indivisible. El Renacimiento no se debe entender como un rompimiento con el Medioevo, sino como una consecuencia de la evolución de la sociedad medieval.

Generalmente la época medieval es bastante menospreciada (en muchos casos se le llama: época oscura, edad oscurantista o del oscurantismo), no así el Renacimiento. Pero de hecho la Edad Media -muy inclinada hacia los temas de la fe- no fue una época oscura y el Renacimiento, fue lo que fue, gracias a las ideas que comenzaron a gestarse durante la Alta Edad Media.





Huizinga nos habla sobre los tópicos de una vida en esos siglos, que trascurría entre los más altos ideales y la extrema violencia de la sociedad. En primer lugar habla sobre la Caballería, un ideal heróico:

“El sueño de la perfección pasada ennoblece la vida y sus formas, las llena con belleza y modas que se convierten en nuevas formas de arte. La vida es regulada como un juego noble (…) imitar al héroe y su aventura no es para todos.”

Johan Huizinga.

Las formas e ideales de la Caballería, que en esta época ya están bien establecidos, son en realidad juegos de la nobleza (como todo juego, con reglas muy específicas) llenos de nostalgia por épocas pasadas que fueron mejores. La Caballería está basada en lo que se supone que era la vida en los primeros siglos después de la caída del imperio Romano. Así que cuando en el siglo XIX los escritores acudían a los ideales de la Caballería de los siglos XIV y XV, estaban hablando de las creaciones de una época que se inspiraba, en realidad, en un supuesto estilo de vida de los siglos V, VII y VIII. Para ponerlo más claro: cuando los escritores franceses escribían sus novelas de Caballerías (que se convirtieron en modelo de conducta para su época, siglo XIV), estaban en realidad idealizando una época pasada, más o menos entre el siglo V y VI.

Uno de las más violentas expresiones de la conducta Caballeresca es “el duelo”. Las reglas del duelo entre caballeros, como una especie de justicia sumaria para todo tipo de afrenta, se aplicaban para todo en la vida. Aunado a otras costumbres, como “la ejecución pública”, los ideales caballerescos, románticos en su apariencia, en su aplicación se convierten en violencia. Cuya mayor expresión surgió cuando se unieron los ideales de caballería (prevalecer por encima de otros a través de la violencia y la muerte) a los ideales de la fe: Las Cruzadas.

Otro tema importante en el libro es el Amor Cortés (entendido por aquel que se practica en la Corte, de ahí el término cortés). El Amor Cortés identifica al amor con el dolor, los coloca en el mismo paquete. Amor y dolor son pues la misma cosa. Hay también referencias hacia el ideal bucólico de la vida. Pero el tema más importante, por encima de la Caballería, el Amor Cortés y los ideales Bucólicos, de los siglos XIV y XV, es sin dudarlo, el tema de la Fe y la Religión, como un dominante en la vida de los hombres. Todas las acciones de los hombres tienen que estar conectadas con un poder universal que lo abarcaba todo.

En fin, es un libro muy interesante que nos ayuda a conocer el porqué de ciertos temas dominaron las representaciones de la Commedia dell’Arte: el amor (en primer lugar). Muchos de estos comportamientos caballerescos, corteses o bucólicos aparecían en las representaciones se la Commedia, o formaban parte de la trama. Claro que desde un punto de vista de la parodia, la burla, la mofa. El desahogo de las clases bajas ante los juegos e ideales de la nobleza (que excluía a todos las clases bajas y burguesas) tiene forma de sátira, de carnaval y en ese espíritu la Commedia fue muy efectiva para criticar todos esos ideales de la vida noble.

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